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Tomar de nuevo el control/ Take control!

Como ya adelanté en un post anterior, si hay un próximo lanzamiento de berekekê será en vinilo en edición limitada. Eso también implica una reorganización de las plataformas que actualmente venden mi música y que serán canceladas próximamente

 

Creo urgente la coherencia de la que adolecen muchos artistas no sin cierta hipocresía.  En abril de dos mil veintiuno, 150 artistas británicos, entre ellos Paul McCarteney, se manifestaron en contra del streaming. Hoy en comprobado que McCarteney sigue en Spotify.

 

Pero aún resulta más increíble, que el cantaautor Victor Manuel, hiciera una declaración en la entrega de Medallas de las Bellas Artes en Cádiz reclamando dignidad para los artistas y...¡también está en Spotify!

 

Para tomar de nuevo el control de la situación que nos llevó a este punto, no solamente se requiere coherencia, también un principio de ética para con uno mismo. El mejor modo actualmente de seguir siendo visible (si es lo que te preocupa) es crear tu propia Web y vender tus obras sin intermediarios (por llamarlos de alguna manera) con el modelo que antes existía. Es decir, las demos. Así ocurre por ejemplo si quieres comprar un libro online, en el que puedes leer un fragmento y no el conjunto, que por otra parte, es ridículo, porque, ¿quién va a gastar en algo que puede escuchar gratis?. Prueba el vinilo que es menos fácil de copiar (no imposible pero pierde calidad) y anúncialo en tu Web. Así controlarás los beneficios. Si por alguna razón has cometido el delirante error de firmar contrato con discográfica, piensa en ir anulándolo tan pronto como puedas y hazte con las riendas de tu obra y tus derechos.

 

Si ya eres un artista reconocido, no tendrás ningún problema. La gente que te sigue, lo seguirá haciendo aunque no estés en Spotify u otras formas de esclavitud y subordinación. Si eres un artista independiente y tienes la suerte de no vivir del arte, pues, no entiendo qué haces en Spotify  otras formas de esclavitud y subordinación.

 

Un pintor, puede tener una web, vender sus obras allí expuestas, ¿por qué un músico no?

 

Como ves no me dedico a llorar en el rincón sin aportar soluciones. Es posible recuperar o al menos retomar la situación antes de este caos en que se ha convertido la industria musical. Esta locura del todo gratis hay que pararla ya. No es posible poner un parche en un barco con la linea de flotación tocada. No se puede predicar y hacer lo contrario, pues además de perder cualquier credibilidad, estarás sujeto por el collar que te impone tu dueño. Ese que sería capaz de dejarte morir si la ocasión así lo requiriera. ¡ Despierta !