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La indefensión del artista en la era digital/The helplessness of the artist in the digital age.

Es imposible no ser mono-temático y no seguir hablando de lo mismo, porque lo cierto es que cada día se vulnera un derecho de autor. Ya no es solamente el hecho de que algún hacker pagado te sabotee tu página de SoundCloud, sino que aparecen inmorales haciendo uso de tu obra. Denunciar es un proceso largo y tortuoso y ni siquiera garantiza el éxito. En la ley está también la trampa.

 

La era digital, además de no contribuir positivamente sobre los artistas, especialmente musicales, está dejando la cultura en despojos. No hace tanto que un artista musical podía obtener beneficios en la venta de un vinilo (incluso si las discográficas le pagan un tanto a sui generis). En cambio el streaming está cavando la tumba de muchos artistas musicales, especialmente minoritarios.

 

Resulta, cuando menos curioso, que los artistas no se revelen contra estas imposiciones y vulnerabilidades de la era digital. No leo noticias al respecto y el silencio asusta realmente.

 

Esto no tiene nada que ver si eres o no profesional, se trata de hacer valer tus derechos sobre tu obra.

 

En una entrevista concedida en DíaTV de Brasil a la artista María Gadú, se deja ver el cansancio que supone luchar contra frentes imposibles de derribar. Goliath siempre tiene un plus sobre David.

 

La solución existe, y la he ofrecido en innumerables ocasiones: el vinilo y punto. Es la única manera factible de que los usurpadores de tus derechos tengan que ofrecer un material tan pobre grabado de un vinilo que no le sea rentable. Es posible parar esta locura y abuso de las plataformas digitales y de malhechores que campan a sus anchas. Sólo se requiere unidad y voluntad. Tal vez mi próximo lanzamiento lo haga exclusivamente en una tirada limitada de vinilo.

 

Frente al miedo de la invisibilidad es mejor un público fiel capaz de creer en tu obra y en tus derechos, siempre tendrás la oportunidad en tu Web de mantener informado de los puntos de venta de tus vinilos.

 

De no hacerlo, creo que el artista musical se verá condenado a ser un miserable al servicio de otros con un beneficio incluso menor que la limosna de un mendigo.

 

Únete a quienes ya estamos hartos de explotación y esclavitud. Tú te mereces que tu obra tenga un reconocimiento y no esté a merced de quienes no la valoran.

 

berekekê