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Todo concentrado/All concentrated

Parece algo realmente absurdo que alguien esté dispuesto a pagar por el doble por el mismo servicio. La mayoría de servicios para músicos que pululan en internet básicamente te ofrecen algo que podrías hacer tú mismo sin necesidad de pagar por ello. El panorama musical es realmente dantesco. Servidores como Spotifiy han acaparado el mayor volumen de producto de la industria musical. Un hecho que contrasta con nuestro pasado más reciente, en el que junto a algunas multinacionales, los sellos independientes ofrecían un servicio alternativo del cual se extraía un gran número de artistas talentosos.

 

El monopolio de la música, en una sola mano (¡y qué mano!) ha dejado claro el utilitarismo y la vacuidad en la que se ha convertido el arte de la música. Todo ello aderezado por irrisorias cantidades que hunden cada vez más el talento de nuevos creadores obligados a la invisibilidad o a recibir el agravio comparativo al tener que competir con artistas consagrados cuyos beneficios se disparan por el número de escuchas en streaming.

 

Dando un paseo por intenet, resulta difícil encontrar algún servicio que ofrezca algo diferente, algo que de visibilidad a artistas que no forman parte de los circuitos oficiales o simplemente que no quieren ser esclavos ni manipulados por compañías como Spotify.

 

Se hace urgente y necesario, plataformas y colectivos que ofrezcan una alternativa para no ser relegados al olvido o por la presencia omnipotente y omnipresente de tales compañías, de dudosa calidad moral y ética.

 

Faltan servicios de comunidades de artistas, asociaciones sin ánimo de lucro que potencien el trabajo que realizan estos creadores minoritarios, algunos potencialmente artistas de creatividad inmejorable desperdiciados en el laberíntico mundo de internet o desconocidos por una falta de presencia y justicia artística para con ellos.

 

Como he dicho muchas veces, la música jamás estuvo  tan devaluada como ahora. Convertida en un mero objeto de usar y tirar y en manos de tiranos emperadores que no le harían sombra ni al mismo Calígula. Por eso es coherente cerrar este post con: Ave, Caesar, morituri te salutant.