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MEMORIAS DE UN MALDITO- PRÓLOGO/ MEMORIES OF A DAMN- PROLOGUE

Sobre estas memorias

 

Desde la sosegada aldea de São Martinho, en Portugal, comienzan estas memorias. Con el apoyo que da la introspección de un lugar en que el tiempo parece haberse detenido, un doce de febrero de dos mil veinticuatro. Esa paz que procura y exige mi espíritu ora sereno, ora paranoide o maníaco. En Portugal la calmaría es casi su segundo nombre, al menos en lugares pequeños y aislados. Se aprehende la vida de otra manera.

 

Tal vez sea demasiado joven para escribir o caminar por el alambre siempre subjetivo de lo vivido. 

 

Tomando el poemario de Pedro Salinas, y queriendo o sin quererlo su carácter amoroso, es la voz a ti debida, que se traduce en un agradecimiento a las personas que transitaron conmigo en este camino que es la vida, la existencia, siendo esta última posible porque otros pueden dar cuenta de ella.

 

Una memoria no es una biografía, es apenas una impresión plasmada antes de que la flaca caja de los recuerdos terminé fulminando y reduciéndolos a reminiscencias contadas en boca ajena. A mí edad, joven o vieja, ya pesa y hace de las suyas trapicheando y vagueando sobre determinados acontecimientos

 

También se deslinda porque no hay datos que sí son más característicos de las biografías y que abarcan todos los aspectos de una vida.

 

Estás memorias hablan del artista y no de la persona, aunque haya referencias que por su naturaleza aportan claridad a lo aquí narrado en primera persona.

 

Las memorias convierten a otras en memorias también, ya que se retroalimentan en una red moldeada al gusto de quien la escribe.

 

berekekê