Aunque ellos, (los de la UER) niegan el carácter político de Eurovisión, los hechos hablan por sí sólo. En una conversación que mantuve con unos amigos franceses, me reafirmaron esta postura (según ellos, es la principal razón por la que a Francia le cuesta tanto ganar). Para mí, Voilá mereció el título, pero es raro que esto suceda.
La participación de Israel en la edición de este año es el colmo de los colmos (teniendo en cuenta que por las mismas razones Rusia no pudo participar). En España ésto se llama el doble rasero.
Cimo siempre ocurre, nadie dejará pasar la oportunidad ( ni siquiera Islandia o Finlandia que han amenazado con hacerlo). El ser humano suele hablar mucho y hacer poco.
Yo podría coincidir en que no debe mezclarse política y arte, pero esto es una utopía en un Concurso que genera grandes ingresos cada año. Por otro lado, todos adoptamos una actitud política intrínseca o extrínsecamente. La mía será prescindir de Eurovisión 2024 y recordarlo como el año en que pudo más Israel que la sensatez