La discapacidad, como todos los términos que tratan de catalogaciones, suele esconder un halo de compasión o lástima.
Aún, aunque cada vez menos, se sigue oyendo aquello de minusválido. La acepción "discapacidad" es apenas un amortiguador del anterior.
Las palabras nos esclavizan. Forman campos semánticos: inútil, incapaz, digno de lástima, desgraciado, etc. Además, crean atribuciones infundadas propias de tiempos pasados.
En el s. XIX era muy común que, personas con alguna malformación congénita o adquirida, se convirtiera en una atracción de feria. Me viene a la memoria el filme "El hombre elefante"1.980,
interpretado por John Hurt en el papel de Joseph Merrick, un hecho que fue real. Muy recomendable. En una escena, Merrick deambula por la ciudad y la gente comienza a seguirle y a inquirirle.
Alguien alerta a la policía de un sujeto extraño que merodea en los alrededores. Merrick asustado, se refugia en uno de aquellos bajos de los baños públicos. Cunado la policía lo encuentra, el
pobre hombre grita: - ¡sólo soy un ser humano!.
Merrick, al menos en el guión, es una persona capaz de entender, recordar y leer como otra cualquiera, con una alta sensibilidad hacia la poesía y respetuosa con sus semejantes.
Existen muchas historias sobre superación como el Forrest Gump de Tom Hanks, la sordera de Beethoven, la esclerosis de Hawking; por eso, resulta hasta gracioso llamarles discapacitados.
La pregunta es: ¿y quien no lo es? ¿Está usted capacitado para subirse a un andamio a 50 metros de altura? o ¿resolvería un problema matemático de envergadura?. El término, se antoja entonces,
discriminatorio a un cierto sector de población que señala con el dedo: - eso es una discapacidad.
Actualmente existen otras alternativas que no siguen estnado exentas de cierta polémica como todo aquello que tratamos de meter con calzador. Por ejemplo, necesidades especiales. Ciertamente es
mucho mejor y algún día hasta seamos capaces de borrarlas todas y como decía Merrick: sólo un ser humano.
Siempre es posible mejorar la vida de la personas. A mi no me gusta la palabra "inclusión" porque da por hecho que están excluidas y eso significa que es real la separación de los seres humanos en función de determinadas características o circunstancias. Inclusión es un término que discrimina y que es otorgado por quienes se consideran de cierta "perfección". Aún así, como digo, esta noticia que recoge Diario de Cádiz es un gesto de humanidad que nada tiene que ver con lo peyorativo de discapacidad. Es, simplemente, un acto de voluntad y de conciencia hacia otra persona.