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Ejemplos de realeza/ Royal examples

Este es un post que publiqué en Facebook antes de que comenzaran a boicotear la cuenta y cerrarla.

 

Mucha gente puede pensar que cómo alguien en estos tiempos pueda seguir pensando que la Monarquía o los cargos nobiliarios tengan algún sentido en el mundo de hoy. Bien, seguro que mi respuesta no  va a satisfacer a quien ya cerró la puerta a cualquier opinión en este sentido. Pero, aún así, voy a darla.

 

Hay dos libros especialmente recomendables (teniendo en cuenta el contexto en el que fueron escritos). El primero, de Maquiavelo y El cortesano de Castiglione. Repito, tómenlo en las circunstancias de la época.

 

No cabe duda que la Monarquía no es correlacional al uso que de ella se haga. Malos reyes y reinas siempre ha tenido la historia de la Humanidad; deslealtad, despotismo, tiranía, cobardía,  traición, egolatría, etc. pero como sistema de gobierno o de Estado, no difiere tanto del presidente de una República. Un rey se apoya en sus consejeros, un presidente, también, pero ambos toman las decisiones unilateralmente. No es tan poco verdad que el presidente de una República lo elige el pueblo, pero no vamos a entrar en disquisiciones.

 

La principal diferencia estriba en que alguien que sigue una dinastía es educado para ello mientras que el presidente de una República es un ciudadano más sin ningún otro criterio. Ambos pueden caer bajo los resortes de un mal gobernante, no hay diferencia en ello. La Monarquía se ha renovado y actualizado a los tiempos. Por supuesto  cada cual tiene sus preferencias y no trato de convencer a nadie, sólo de justificar mi empatía. Por encima de cualquier forma elegida está la capacidad de brillar o deslucir el lugar que se ocupa.

 

Aquí comienza el post:

 

Siento una profunda admiración por el príncipe Harry (seguirá ostentando el título pese a muchos).

Pienso que, además de ser el fiel propagador del legado de una de las mujeres más brillantes dé estos tiempos (Diana Spencer), ha sabido mantener sus principios. Ha elegido su camino pese a las consecuencias y es un gran defensor de las ideas inspiradoras de su madre.

 

En Estados Unidos le quieren, tal vez más que sus paisanos, y ha sabido mantener alejada, con inteligencia , a la prensa parasitaria que pulula a su alrededor.

 

Harry es un ejemplo vivo de la realeza contemporánea y lo que debería ser.

 

El próximo mes volverá a martillearle el fatal desenlace que llevó al fatídico día en el peor de los crímenes de la prensa sensacionalista y parasitaria.

 

Cuando otro menester no me ocupa ese estúpido día, me pongo los auriculares y escucho el Candle in The Wind ( Goodbye England' rose) de Elton y no es fácil no emocionarse con ello por todo lo que representa.

 

Salve Harry por siempre: el más justo heredero al reino de Inglaterra.