Gian Franco Pagliardo escribió una de las mejores odas a la Libertad. Mi primer acercamiento a esta letra fue con Nacha Guevara (una de mis referentes durante mi juventud). Con Nacha, la canción cobra un verdadero realismo, está impregnada de verdad y de sentimiento humano. No voy aquí a reproducir esta canción que lleva por titulo el de este post (búsquenla quienes la quieran escuchar).
La libertad es una cuestión recurrente e intrínseca al ser humano (no conozco a nadie que quiera ser esclavo de otro o de determinadas ideas). Tal vez recuerden otra memorable aria del genial Haëndel , el Lascia chío pianga de Rinaldo. Una de las arias más hermosas jamás escritas. Pero el problema de la libertad es que suele asociarse con frecuencia a una determinada ideología, es como si fuera un reclamo exclusivo de las izquierdas, y conozco yo algunas izquierdas que son muy poco dadas a la libertad.
La libertad es un término que no es consustancial al pensamiento ideológico, sino al vital. No puede ser apropiada por quienes no la merecen.
Hace unos meses, el diario 20 minutos, publicó un hecho d3e extrema violencia que atentaba contra la libertad de expresión. Una activista era arrastrada por los pelos por defender el cambio climático en Alemania. Os dejo más abajo el enlace de la noticia.
Decía Jarcha, en aquellos albores de la democracia española, que no hay libertad sin ira. A España le costó mucho y pagó un alto precio por disfrutarla. Es cierto, quien no reclama la libertad es vencido por las fuerzas del autoritarismo y el empleo de la fuerza de las clases dominantes. La libertad exige un trabajo duro y continuo y no bajar la guardia. De ello dependerá un marco de convivencia que permita abrazar todas las opiniones por dispares que puedan parecernos sin imposiciones y sin secuestrar el derecho de otros a pensar lo contrario.