Nunca me he considerado feminista, mi opción es el ser humano en su totalidad y si hay que extenderlo, el respeto a todo lo viviente y no viviente. Eso no quiere decir que, por lo antes explicado, las mujeres están expuestas a una vulnerabilidad mayor.
Recuperamos dos antiguos posts sobre estas situaciones vulnerables.
- El primero es una noticia que publicó Amnistía Internacional sobre Nasrin, condenada por defender los derechos de las mujeres en su país.
- El segundo, es una letra de pasodoble que escribí con la música de la comparsa La revolución de Antonio Martínez Ares y dedicado a Ryma, que fue quemada viva y asistida en el hospital de La Paz de Madrid, de extrema gravedad.
A Ryma
Quién maneja los destinos
que condenan a un ser humano.
Dónde están los organismos
que defienden sus derechos.
Cómo puede ser posible
que sea la geografía
quien marcará su tormento
o el paraíso soñado.
Qué diferencian a los hombres
de las mujeres, que sienten
que en este mundo maldito
su sexo la castigó
Su misma especie, su raza
y es cruelmente perseguida
o quizás quemada viva
lo dice la tradición.
Ser libre
es un precio inalcanzable
de elegir con quién casarse
y sentirse tal vez madre
sin que nadie se lo imponga.
Cultura
de qué sirve la cultura
si la vida es su tortura
vencida por la amargura
desde su propio nacimiento.
Ryma se aferra a la vida
en el hospital de La Paz
(ironías de la vida)
sus heridas sanarán
aunque la quemen por dentro
ella no entenderá
que sufra este sinsentido.
El destino
culpemos siempre al destino
el que te quita y te da
el derecho a vivir
yugo de su tiranía.
Es mucho mejor así
y hacia otro lado mirar
mañana es otro día
mañana será otro día
(música pasodoble La revolución de Antonio Martínez Ares)
Estos son apenas dos hechos que se multiplican por miles en muchos lugares del planeta. Sólo este feminismo me inspira respeto, ya que en el fondo lo que reclama es algo que recoge La Carta Universal de Derechos Humanos.