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La obsesión por registrarlo todo/ Obsession with recording everything

Recuperamos una reflexión de mi antiguo Facebook.

 

 

La gente ya no disfruta de los conciertos, de los museos, de los teatros, de la arquitectura, de las festividades, del paisaje, del momento.

Hay una pléyade de reporteros frustrados queriendo inmortalizar sin darse cuenta del estúpido momento. Ello afecta incluso a quién sin participar activamente de ello se ve en "el lugar de los hechos".

De este modo lo importante no es el contenido sino el continente.

Qué pena que nadie inmortalice tan absurdo momento.

 

ACTUALIZACIÓN:

 

Además de este "síndrome de reportero gráfico", el móvil se ha convertido en custodio y vigilante de todo lo que sea susceptible de ser grabado por su cámara. No hay un marco legal que prohíba la grabación y publicación de estos videos que a veces se venden hasta los medios de comunicación. Son pseudoreporteros de acontecimientos bélicos, de lo que ocurre en el vuelo de una aerolínea, incluso son capaces de "entrar" en tu casa con un zoom que permita ver qué cojones estás haciendo.

 

No soy un negacionista de la tecnología, permite salvar vidas y ya eso es mucho a su favor, pero considero que no puede ser un elemento de coacción, espionaje que afecta a la propia libertad del ser humano de comportarse (aún en sus peores momentos) como le de la real gana sin que nadie legitimado pueda reprochárselo.